Hay palabras a las que no tengo acceso.
Hay mucho donde no se me permite pasar.
¿Pero porqué aparece esta neblina?
¿Ahora tampoco se me permite ver?
Después... tampoco me será posible sentir.
Y entonces... ¿qué haré?
Sólo queda esta pequeña rosa roja
Que ya no controlo.
Que nisiquiera es mia, no más.
Y la puedes destrozar si quieres...
jueves, 25 de noviembre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario