¡Ah! Querida,
no sabes cuánto te amo.
Tu hermosa voz
no importa el tema
simplemente te amo.
Alegre o melancólica,
desde un do hasta un si
en cualquier volumen que cantes
yo te adoro.
Deseo entender tu lenguaje,
pero ¡qué va!
me atrae más el intentar revelarlo.
De todos los colores te vuelves,
siempre de mi color favorito.
Pero cuando callas...
¡ay amor!
Cuando callas me matas.
Sigue cantando,
que tu eco resuene
en las paredes de mi alma
hipnotizante, embriagante.
martes, 20 de abril de 2010
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